Clientes Y Consumidores

No hay nadie mejor para acreditar la calidad de todo lo que producimos que aquellos que consumen y compran nuestros productos. Es con esta premisa que nuestro trabajo es pautado: manteniendo la búsqueda constante por la mejor experiencia de los consumidores y clientes BRF, sea por medio de los productos que ofrecemos, sea por los servicios que prestamos.

Y si el consumidor está en el centro de nuestras acciones, son ellos a quienes queremos oír. Para ello, realizamos pruebas constantes con nuestros potenciales públicos, con el objetivo de atender a sus expectativas y asegurar que la calidad de nuestros productos sea superior en el mercado. Además, nuestros laboratorios de análisis realizan diversas evaluaciones de todo lo que es producido por BRF, garantizando que todos tengan acceso a un alimento seguro.

Es a partir de la recepción de las informaciones de todas esas evaluaciones que buscamos caminos para innovar en nuestra producción, ofreciendo una experiencia satisfactoria y única de todos los que consumen nuestros alimentos.

Una central que va mucho más allá de que sólo captar informaciones y recibir demandas. Un área que está preparada para escuchar, compartir informaciones y encontrar soluciones amplias, analizadas caso por caso. Sin protocolos o respuestas preparadas.

Es en ese momento que nuestro SAC se transforma en un servicio de relación con el consumidor: cuando busca garantizar la mejor experiencia posible en esa jornada de atención con BRF y pasa a crear un intercambio constructivo, positivo y amigable, oyendo sugerencias que mejoran nuestro proceso productivo.

Todos los colaboradores de la central de atención en BRF tienen aptitudes – capacitación de excelencia, conversación y escritura, que ayudan a comprender y trabajar con la realidad en que vivimos, contribuyendo con informaciones pertinentes que nos permiten tomar acciones futuras con mayor eficiencia.

Por actuar en una estructura global, nuestra central está preparada para trabajar con las diferencias culturales de nuestros consumidores y clientes, sabiendo cuánto estas particularidades pueden impactar en el proceso. Por eso, adoptamos algunas estrategias, como preguntas sobre hábitos alimenticios, para atender de forma personalizada a cada consumidor o cliente, garantizando la satisfacción plena en la atención recibida.

Actualmente contamos con herramientas avanzadas, centradas en las estrategias de CRM (Customer Relationship Management o Gestión de la Relación con el Cliente, en español) para llevar a cabo la gestión de tales atendimientos. Al recibir una llamada, el SAC envía la demanda al área responsable. El plazo de solución y devolución de la respuesta al cliente es de un máximo de cinco días hábiles. Entre las prioridades recientes, está la adopción de un papel más proactivo del SAC en el entorno de las unidades productivas.

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La decisión a la hora de comprar un producto y repetir esa compra en el punto de venta depende de la experiencia con lo que se adquirió. Por eso, es esencial entender lo que sucede con nuestras mercancías en los estantes y comparar con el desempeño de nuestros competidores.

Con el fin de verificar si nuestros consumidores y clientes recibirán el producto de acuerdo con el estándar deseado, el equipo del proceso sensorial, asignado dentro del área de Calidad, es responsable de asegurar el estándar de calidad deseado por el consumidor: describir, estandarizar y monitorear el modo de evaluación y las características sensoriales de las materias primas e ingredientes, acompañando la estabilidad del producto final en el mercado.

Para una excelencia en los resultados, el equipo debe cumplir algunos cuidados y buenas prácticas. Los laboratorios sensoriales siguen guías corporativas, como el Programa de Capacitación y Calibración. En él, tenemos los estándares que los laboratorios sensoriales de BRF deben buscar, siendo un manual interno, no puede ponerse a disposición. Los responsables de esta guía son el equipo de sensorial corporativo.

Los analistas sensoriales participan en el Programa de Capacitación y Calibración Sensorial, con el fin de garantizar la precisión de sus análisis. Este programa contempla criterios de selección de los evaluadores de acuerdo con su habilidad sensorial; capacitación sobre buenas prácticas de análisis y cuidados para obtener resultados más precisos; capacitación para la evaluación sensorial de cada producto con material práctico y detallado; y calibración y recalibración periódica para asegurar la alineación de la percepción entre todos ellos.

Los analistas realizan evaluaciones de rutina del cumplimiento de los estándares sensoriales, tanto en la liberación del producto en la fábrica, respecto a lo largo del tiempo de vida del producto en los estantes, con el objetivo de orientar la operación en el caso de posibles desvíos. Estas evaluaciones son realizadas por evaluadores capacitados, que comparan diversas características de apariencia, olor, sabor y textura de los productos, con los atributos sensoriales estándar, analizando las posibles variaciones y defectos y alineando con el deseo del consumidor.